La historia del Hotel Pico es centenaria, nace casi con el pueblo, un año después de su fundación. Su primer edificio, construido de adobe y chapa, en 1906, se distinguía ya desde entonces entre el caserío incipiente y disperso. La ciudad en constante crecimiento imponía la renovación del edificio. En 1910 paso a llamarse “Gran Hotel”. La cocina era de primer nivel y el adicional de distinción lo constituía la “orquesta”, para las horas del aperitivo.

Para el año 1915 paso a llamarse definitivamente Hotel Pico y fue el punto de referencia para centenares de personas ligadas al mundo de los negocios y también del espectáculo que arribaban a la ciudad. Sigue vigente en el recuerdo de antiguos pobladores, el romántico protagonismo de Gregorio Vicario, el pianista llegado desde Victorica que permanecía horas matizando diversas armonías en el patio verdeado del Hotel, conformado por atractivas especies botánicas.

En los años cincuenta, un grupo de vecinos conformo la Editorial Zona Norte S.A. para acometer una iniciativa en el rubro gráfico con proyecciones de hoteleria, pero diversos hechos y factores determinaron luego la constitución de la Corporación Económica Pampeana S.A. (C.E.P.S.A.) que nucleó a sociedades, empresarios, profesionales y comerciantes del medio y de la zona.

Se tomó la decisión conjunta de demoler el legendario edificio para llevar adelante un proyecto de renacimiento con mayor confort.

El proyecto incluía 70 habitaciones, calefacción central, telefonía, lavadero, ascensor, bar y confitería.

El 1 de Junio de 1967 quedo inaugurado oficialmente el nuevo “Hotel Pico”, con 140 plazas disponibles. El apogeo del establecimiento indujo al directorio a encarar un nuevo capítulo: la ampliación. En 1995 se concreto la obra con la incorporación de 30 nuevas habitaciones.

En la actualidad, el grupo familiar que lo administra, provoco un remozamiento integral y constante del Hotel sin paralizar el servicio tratando de combinar excelencia con sencillez, elegancia con calidez y eficacia. Se esta trabajando en forma ardua para la pronta inauguración de una moderna confitería que además de brindar su servicios a los pasajeros, estará abierta a la comunidad, como un lugar de solaz y esparcimiento.